LA VARICELA ¡TU PUEDES PREVENIRLA!

La varicela es una infección causada por el virus de la varicela zoster. La mayoría de los casos se da en niños menores de 15 años de edad, pero también puede observarse en niños más grandes y adultos. Se disemina muy fácilmente de una persona a otra.

El síntoma más típico de esta enfermedad es una molesta erupción en la piel que causa picazón. Esta erupción, se transforma en ampollas con líquido que luego forman costras. Generalmente, aparece en la cara, pecho, espalda y luego se extiende al resto del cuerpo. Otros síntomas pueden incluir:

  • Fiebre
  • Dolor de cabeza
  • Cansancio
  • Falta de apetito

La enfermedad suele ser leve y dura de 5 a 10 días. Las cremas y lociones con calamina y baños de avena pueden ayudar con la picazón. El acetaminofén puede ayudar a tratar la fiebre. No tome aspirina. La combinación de este medicamento con la varicela puede causar el síndrome de Reye.

Algunas veces, la varicela, causa problemas serios. Los adultos, bebés, adolescentes, embarazadas y aquellos con sistemas inmunes debilitados suelen padecer casos más graves. Quizás necesiten tomar medicamentos antivirales.

Generalmente, una vez que se adquiere varicela, el virus permanece en el cuerpo aún después de haber sanado. Probablemente no tendrá varicela otra vez, pero el virus puede causar culebrilla en los adultos. Una vacuna contra la varicela puede ayudar a prevenir la mayoría de los casos o hacerlos menos severos.

¿Qué complicaciones puede tener?

Aunque no son muy frecuentes, la varicela puede presentar complicaciones. En este sentido, existen varios colectivos que corren mayor riesgo:

  • Niños menores de un año y los mayores de 15.
  • Personas con el sistema inmunológico debilitado (pacientes de cáncer, VIH o que hayan sufrido un trasplante).
  • Recién nacidos (bebés menores de un mes) cuyas madres no están inmunizadas y han tenido la infección entre los 5 días previos al parto y las 48 horas posteriores. Estos bebés pueden padecer una variante más severa y prolongada de la enfermedad, que puede llegar a ser mortal.
  • Embarazadas: no solo por la potencial afectación del feto, sino porque conlleva un mayor riesgo de complicaciones para la madre, por ejemplo, mayor riesgo de neumonía.

Respecto a las complicaciones, podemos hablar de:

  • Sobreinfección de las ampollas en la piel: debido a la acción de determinadas bacterias. Esta infección se manifiesta con un aumento de la fiebre o por el enrojecimiento o aparición de dolor alrededor de las lesiones, y es la principal causa de hospitalización o atención ambulatoria en casos de varicela. También puede acabar produciendo cicatrices.
  • Otras posibles complicaciones menos frecuentes no relacionadas con la piel son la neumonía, la encefalitis (inflamación del cerebro) y la ataxia cerebelosa.
  • Raramente, pueden desarrollarse también meningitis, miocarditis (afectación del músculo cardíaco) y hepatitis, entre otras dolencias en diferentes órganos y sistemas corporales.
  • Otra complicación poco común es el síndrome de Reye, una enfermedad que puede afectar seriamente al cerebro y el hígado y también ser mortal.
  • Tras sufrir la enfermedad, el virus varicela zóster (VVZ) permanece latente en el organismo y en algunos casos –generalmente después de los 60 años- puede reactivarse y producir el herpes zóster. Se trata de una erupción dolorosa en la piel, que suele curarse por sí sola.
  • De padecerse en el embarazo, especialmente en el primer trimestre, puede originar malformaciones graves e incluso la pérdida del feto.

 

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